Desde sus orígenes, el ser humano ha dependido del medio ambiente que le rodea, para alimentarse, vestirse o construir sus viviendas.
     En un principio, las personas podían obtener los recursos naturales cazando, pescando y recolectando frutos. En ese tiempo, el ser humano era un animal más que formaba parte del paisaje, y que dependía totalmente del medio ambiente para satisfacer sus necesidades.
     Pero a medida que las civilizaciones se fueron desarrollando, las cosas cambiaron, porque las personas aprendieron a dominar el medio a tal grado, que en nuestros días ya no es el hombre quien depende de la naturaleza, sino la naturaleza de él.
     La construcción de ciudades y la exagerada explotación de los recursos, han puesto al medio ambiente en peligro de desaparecer con todos los elementos naturales que lo integran.
     Es cierto que los ecosistemas están cambiando constantemente, incluso hay ocasiones en que desastres naturales como inundaciones, terremotos o el surgimiento de los volcanes transforman el ecosistema, o provocan la extinción de especies, como pasó con los dinosaurios; pero al pasar el tiempo el ambiente se recupera y de nuevo se empiezan a desarrollar las plantas, y los animales vuelven a poblar estos ecosistemas